lunes, 9 de septiembre de 2013

Esencia amarga


Me estoy echando a perder en cada uno de tus besos. Se emborrona mi perspectiva y pierdo la fuerza. No eres veneno; eres esencia, pero una esencia amarga que deja un sabor agrio y adictivo. De conformismo, de aceptarlo todo como es, sin querer cambiarlo. De agachar las orejas, esconder el rabo y deambular solo por las calles encerrado en tu recuerdo. Como un perro regañado y cobarde.

Me contengo cuando quiero saber de ti, al final todo supone un conflicto: lo bueno es ruinoso; lo malo, sigue siendo desastre. Pero todavía quiero embriagarme de tu esencia oscura, de tu aura de negatividad y miedo. Me preguntarás por qué lo hago, y sólo sabré decirte que lo hago porque te quiero. Me duele verte así de postrada ante el destino, sin celebrar los triunfos y fustigándote por el fracaso. Porque te quiero no voy a dejarte sola en ese mundo de sombras donde sólo habita el miedo y la soledad.

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